Miedo a conducir

Es fácil entender por qué un accidente de coche grave puede desencadenar el miedo a conducir de alguien, pero la mayoría de las fobias a la conducción no tienen nada que ver con los accidentes.

He aquí una lista de los 5 principales temores al volante:

  1. Experiencias negativas pasadas

Los accidentes de coche son la experiencia negativa más común de la conducción y pueden ser los más aterradores, pero hay otros. Conducir en medio de una tormenta, ser víctima de la ira en la carretera, perderse o sufrir un ataque de pánico puede ser traumático. Es posible que reproduzcas la experiencia en tu mente y que temas que pueda volver a ocurrir. Los pensamientos y temores repetitivos pueden hacer que la persona evite conducir, lo que sólo agrava la ansiedad.

  1. Conducir fuera de tu zona de confort…. Solo

Para algunos fóbicos a la conducción, ir a un lugar conocido no es un gran problema. Sin embargo, si les das indicaciones para llegar a un lugar nuevo, ya sea cercano o lejano, su ansiedad se dispara.

¿Y si me pierdo? ¿Qué pasa si mi coche se queda sin gasolina? ¿Qué pasa si no tengo cobertura en mi teléfono móvil? ¿Y si no encuentro aparcamiento?

No es sólo el miedo a que ocurra algo malo, es el miedo a que ocurra algo malo en un lugar desconocido, lejos de casa, y que nadie esté allí para ayudar.

  1. Miedo a los síntomas de ansiedad y a quedarse estancado.

Estar atrapado en un atasco es una molestia que a nadie le gusta, pero cuando se tiene miedo a los ataques de pánico, el tráfico puede convertirse en una experiencia aterradora. Las personas con antecedentes de ataques de pánico tienden a evitar las situaciones en las que no pueden salir rápidamente, incluidas las autopistas y los carriles de giro a la izquierda.

¿Qué pasa si estoy atrapado en un atasco y tengo un ataque de pánico?

La ansiedad afecta a ciertos órganos del cuerpo. Algunos sufren de un corazón acelerado y dificultad para respirar, otros de diarrea, mareos o náuseas. La sola idea de tener estos síntomas y estar atascado en el tráfico provoca aún más ansiedad y evasión.

  1. Miedo a conducir demasiado rápido y perder el control.

Sientes la ira de los demás conductores por ir demasiado despacio en la autopista y te urge ir más rápido, pero tu mente y tu cuerpo no te lo permiten. Agarras el volante con fuerza, tu corazón se acelera y tu cuerpo suda.

Los síntomas físicos descontrolados de la ansiedad hacen que sea imposible confiar en uno mismo para conducir con seguridad.

El miedo a perder el control y desviarse a otro carril es suficiente para conducir por carreteras rurales, aunque se tarde más en llegar al destino.

  1. Miedo a los accidentes

En la raíz de todos los miedos hay una exageración del peligro y una subestimación de las propias capacidades. Los conductores temerosos pueden no confiar en sus propias capacidades o no tener confianza en las capacidades de los demás. 

En cualquier caso, siguen imaginando lo peor. La vívida imaginación de los fóbicos a la conducción puede conducir a los más horribles accidentes de coche…. en su imaginación. No hace falta ser víctima de un accidente de tráfico anterior para imaginarse involucrado en uno.

Superar el miedo

Es posible superar el miedo a conducir, pero suele requerir ayuda. El estándar de oro para el tratamiento de cualquier trastorno de ansiedad es la terapia cognitivo-conductual (TCC).

El primer paso es identificar su miedo específico de la lista anterior.

A continuación, escribe todas las razones por las que quieres superar ese miedo, por qué es tan importante. Superar cualquier miedo significa que hay que enfrentarse a él, lo que requiere mucha motivación.

Un terapeuta de te ayudará a enfrentarte a los pensamientos que están causando tus síntomas físicos y te enseñará habilidades para relajar tu cuerpo y calmar tu mente. El terapeuta también te explicará qué mentalidad es necesaria para enfrentarse a un miedo.

El miedo a conducir afecta a todos los aspectos de la vida, tanto personales como profesionales. Superar este tipo de miedo con un profesional cualificado requiere trabajo y valor, pero al final merece la pena.

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